En su viaje de vaciones a la Pvcia. de Mendoza, Sebastían Ferlini, además de compartir con su flia. se llevaba en la mente un dato, de un taiwanes que había sido merecedor premios en su país natal y que al morir había dejado una buena colección. Así que ,ni lerdo ni perezoso, se las ingenió para llegar a dar con los familiares. Regresó muy entusiasmado por la calidad de unos ficus que estabán muy encamindados como pre-bonsáis. Arrancar a trabajar con este tipo de material es una suerte. Pero si algo tiene Sebastían, es su calidad humana y sus ganas de compartir estas cosas con su gente. Seguramente, y doy fé de ello, sin ningún interes más que el que todos tengamos la oportinidad de aprovechar estas cosas.Ya cada uno de los ficus tiene su dueño... Gracias Poti...Gracias Sebastían...Gracias pusilanime...
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